La minería lunar, la industrial del futuro que dio el banderazo con su primera financiación simbólica

Siempre ha sido un tema poco comprendido los esfuerzos que ha hecho la NASA por conquistar la Luna, si bien es un logro que ha dejado huella en el potencial de la humanidad al abandonar su propio planeta por primera vez, también debemos reconocer que hay mucho potencial allá afuera.

Las novelas de ciencia ficción nos han educado para pensar que el ser humano necesita explorar otros planetas en búsqueda de recursos que están por agotarse en la Tierra, como la preciada agua dulce que todos necesitamos para vivir.

Sin embargo, saber que no hay rastro del vital líquido en la Luna y otros planetas observados, ni tampoco vida o algo que merezca la pena, hemos visto que invertir millones en misiones espaciales es una pérdida de recursos que serían más útiles en otros sectores como la salud, seguridad o educación de la ciudadanía.

Pero quien está bien atento a lo que ocurre más allá de nuestra atmósfera, sabrá que hay riqueza potencial en otros planetas, como aquellos donde llueven diamantes o esconden minerales preciosos al por mayor.

Es aquí cuando la NASA ha visto el negocio del futuro, la minería espacial que podría dotarnos de una inmensa cantidad de materia prima para poder hacer todo lo que queramos sin perjudicar la vida en nuestro planeta, y nuestro satélite natural sería la primera «mina de oro» que podamos aprovechar.

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El significado de 10 centavos: El inicio de una nueva era en el sector minero del futuro

Para realizar actividades de minería para cualquier clase de mercado, desde luego es necesaria una gran inversión que deban cubrir aspectos como el salario de los trabajadores, la infraestructura, la maquinaria y herramientas, transporte del material y mucho más, significando una inversión bastante importante.

Entonces, ¿cuánto podría costarle a la NASA recurrir a la actividad minera en la Luna, tomando en cuenta que prácticamente no existe nada para poder siquiera considerarlo, es decir, ¿Quiénes trabajarían ahí?, ¿cómo traerán la materia prima a la Tierra?, ¿qué aparatos e infraestructura deberían crearse para estas actividades y cómo la llevarán hasta la Luna?, ¿qué tecnología va a prevenir que las personas no mueran por radiación o falta de recursos vitales?

Son muchas las problemáticas que hay que resolver por separado, tomando seguramente décadas en desarrollarla, y millones de millones de dólares de inversión para cada una de estos subproyectos.

Entonces, ¿por qué iniciaron esta industria del futuro con unos míseros 10 centavos?  Prácticamente esta cantidad no sirve para nada, pero podría tomarse como algo simbólico, hasta incluso experimental, ya que no existen procedimientos políticos o económicos similares y podría ser una buena práctica.

Estos 10 centavos tienen un significado especial, de hecho, que es la de dar un banderazo a la minería lunar y demostrar el compromiso a empresas como Lunar Outpost, que ya tiene la misión de empezar a recolectar recursos de la Luna a corto plazo.

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El denominado regolito lunar, será el material que próximamente estará trayendo a la Tierra para saber qué hacer con ella exactamente. El regolito no es más que el manto superficial del satélite que básicamente está constituido por roca y minerales.

La superficie lunar es caracterizada por tener regolito poco compacto, es decir, no se siente como tierra dura y firme, más bien como tierra suelta mezclada con arena, haciendo que las huellas de los astronautas queden bien marcadas en su superficie.

Hasta ahora sabemos que el regolito podría proveer de materiales tipo basaltos y minerales, incluso podría haber material de los meteoritos que lo han impactado, dejando los característicos cráteres.

Sin embargo, también está en contacto directo con la radiación proveniente del sol, pero también sabemos que es bastante resistente a temperaturas bastante altas, como los 120°C del día, hasta los -150°C de la noche.

Entre algunos minerales localizados también encontramos óxido de calcio, magnesio, hierro, aluminio, silicio, calcio entre otros. También piedras de las cuales se podría tener algún beneficio como la anortosita, norita y troctolita, entre otros ubicados en la zona de los mares.

¿Qué se planea hacer con esa materia prima lunar? Por ahora es todo un misterio, pero seguramente no pasará mucho tiempo para que la NASA empiece a ir aclarando sus planes al público conforme avanzan los proyectos.

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