“Para garantizar la seguridad de nuestros invitados y nuestro equipo, se hace efectivo que el 14 de mayo, las tarjetas de MLB, NFL, NBA y Pokémon, ya no serán vendidas en las tiendas hasta nuevo aviso.”
Este es el anuncio en el anaquel de una de las tiendas Target, luego de que se han visto obligados suspender la venta de tarjetas coleccionables deportivas que siempre han sido bastante codiciadas debido al alto valor de aquellas con el rostro de los mejores jugadores de todos los tiempos.
Pero resulta interesante ver que también se incluya cartas de Pokémon, algo que posiblemente esperaríamos en tiendas de su natal Japón, ¿pero en medio de Estados Unidos?
Poco tiempo antes aparecería una noticia en la cadena norteamericana WISN 12 News, donde el viernes 7 de mayo del 2021 reportaron un extraño incidente en el estacionamiento de esta cadena de tiendas en Wisconsin, en donde estuvieron involucrados cuatro sujetos entre los 23 y 35 años de edad que han sido acusados de actos violentos.
Al parecer, un comprador de 35 años que estaba adquirieron cartas Pokémon, fue el que desencadenó tan lamentable incidente donde hubo un arma de fuego de por medio, arma que el comprador tuvo que sacar presuntamente para defenderse de los otros tres sujetos.
Afortunadamente no hubo disparos y no pasó a mayores una vez que llegó la policía, pero ha puesto a muchos a pensar en la razón de este incidente, ¿simplemente fue una razón aislada como alguien perdiendo el temperamento por haber golpeado su auto en el estacionamiento?, ¿habrá sido un acto de racismo, xenofobia o simplemente un mal entendido que los llevó a ese grado de violencia?
En absoluto, de hecho, durante la pandemia ha crecido inesperadamente la compra-venta de cartas de Pokémon, ya sean aquellas lanzadas en 1996 con la pequeña colección de Pokémon, o las nuevas con mayor número de especímenes.
Como la riña lo sugiere, en este nuevo mercado emergente no solamente han entrado los nostálgicos millenials que adquirieron sus primeras cartas tan pronto y como fue televisado el ánime en el occidente, también están participando nuevas generaciones. Después de todo, la franquicia japonesa se ha encargado de que su serie trascendiera las generaciones.
Solo para darnos una idea, el pistolero del estacionamiento de Wisconsin tenía en su poder una carta rara con un valor de 400 dólares, que en su reventa podría triplicar su valor, aunque para todo otaku de corazón, el contenido de la carta y su rareza es la que realmente le da valor.
Jigglypuff, uno de los personajes que se hicieron bastante populares en los noventa con ese aspecto adorable, redondo y rosado que adormece a su público cuando canta y termina rayándoles el rostro de puro coraje con su plumón, tiene una variación de carta que se cotiza en 260 dólares, pero solo estamos rascando la superficie.
El caso del otaku que dedicó su vida a coleccionar cartas Pokémon de gran valor que no quiere vender
Luego del repentino mercado emergente Pokémon, aquellos treintañeros que en su infancia tuvieron la fortuna de obtener cartas Pokémon y que milagrosamente aún las conservan, han empezado a rebuscar en su almacén para poderlas cotizar en internet.
Ahora, hasta en Twich han aparecido influencers abriendo sobres de cartas Pokémon para presumir su carísima adquisición, donde se valoran las más antiguas y descontinuadas que son todo un tesoro del pasado.
El furor no se aplacó especialmente luego de que celebridades como Justin Bieber comenzara también a ampliar la ya impresionante colección que tiene, adquirieron cartas valorada en miles de dólares.
El famoso DJ, Steve Aoki, también compró una carta Pokémon con un valor de 420.000 dólares, esto debido a que esa carta extremadamente rara, fue aquella otorgada a los ganadores del concurso de ilustración comic CoroCoro celebrada en Japón en 1998 y que nunca salió al mercado.
Pero entre tanto movimiento de dinero, destaca el bien conocido “Rey Pokémon”, se trata de Gary Haase, un hombre de 67 años y padre de tres hijos, originario de Las Vegas. Pese a que recientemente tuvo problemas serios de dinero, tiene una colección de cartas que se valúa en 10 millones de euros.
Este hombre, de hecho, es un coleccionista empedernido que en su vida ha coleccionado desde chapas de Coca-Cola, hasta todo tipo de merchandising de distintas franquicias de ciencia ficción. Sin embargo, su gusto por Pokémon no fue meramente por coleccionar algo, de hecho, se metió de lleno cuando lo conoció en 1998.
Durante ese tiempo, el Rey Pokémon fue diagnosticado con cáncer maligno avanzado que afortunadamente pudo superar gracias a una cirugía y un arduo tratamiento. Debido a esto, tuvo que abandonar su trabajo para permanecer prácticamente todo el tiempo en casa con los cuidados correspondientes.
Sin poder realizar ninguna clase de actividad que le supusiera un esfuerzo físico, se dedicó a coleccionar objetos de interés prácticamente como un empedernido, algo que le ha valido tener ahora una colección bastante codiciada.
Pokémon se volvió extremadamente popular entre 1999 y 2000, fechas donde Haase volvió costumbre el conducir durante horas a otros estados para buscar nuevas cartas una vez que en su zona se empezaron a volver repetitivas.
Pronto, vio la oportunidad de vender sus cartas repetidas en Yahoo! y eBay, sin un trabajo de promedió, se dedicó de lleno al nuevo negocio al grado de poder obtener un ingreso mensual más o menos consistente de 4.000 euros, dinero con el cual pudo mantener a su familia.
Pese a tu título de Rey Pokémon, Haase nunca fue alguien que presumiera su colección al mundo, al menos no toda ella especialmente cuando empezó a aumentar su valor, por lo que ahora los guarda en un almacén lejos de los amantes de lo ajeno.
Y pese a que podría duplicar o triplicar el valor de su colección para poder darse los lujos que seguramente siempre quiso, su colección tiene un gran valor sentimental para él, razón por la cual ha anunciado que no está en venta.
Por ahora, su plan es vivir el resto de sus días con su preciada colección, el cual pasaría a manos de sus hijos una vez que muera, dándoles la libertad a ellos de hacer lo que más les convenga con las cartas.
Por ahora, solo ha destacado una excepción, cuando vendió al famoso Youtuber, Logan Paul, una carta de uno de los Pokémon más codiciados de todos, Charizard, solo que esta vez se trataba de una carta de primera generación con PSA 10.
¿Qué significa el PSA 10?, pues bien, existe un servicio oficial de autenticación de estas cartas que les da una calificación del 1 al 10, donde el 1 significa deficiente, y 10 es el más poderoso de todos, “gem mint”.
Una vez que el influencer Logan Paul entró en el mercado de las cartas, el valor de estas se disparó. No solo eso, también sus millones de seguidores, las generaciones de jóvenes actuales, comenzaron a interesarse en este mercado coleccionista.
Fue así como Gary Vaynerchuck, famoso emprendedor, orador y autor más valorado de la New York Times, también se quiso hacerse de un majestuoso Charizard de la colección de Hasee, sin embargo, el Rey Pokémon ya ha tenido que rechazar amablemente a este y muchas otras personalidades que van detrás de sus cartas.
Pero él adora tanto sus cartas que ha admitido que aún recuerda la historia detrás de cada una de ellas, sin importar que sean miles, recuerda cómo y cuándo las adquirió. De hecho, es más fácil que se le olvide el cumpleaños de su esposa que sus aventuras tratando de conseguir cada una de esas piezas de papel.
Otro caso de riquezas a base de cartas de Pókemon
John Stibich, mejor conocido como Pókemon Radar en internet, también vio una espectacular oportunidad de ganar dinero con las cartas Pokémon, aunque su historia es menos trágica, pues el renunció deliberadamente de su viejo trabajo para poderse dedicar de lleno a este negocio.
El hombre ha viajado a lugares impresionantes como Dubai solamente para hacer negocios con sus cartas Pokémon, se dice que ese día ganó 350.000 dólares. Que de hecho, este viaje se lo pudo permitir gracias sus magníficas ventas que le dejaron 100.000 dólares en tan solo seis meses. Cuando lo entrevistan, John suele platicar cómo solía intercambiar sus cartas con otros niños durante su trayecto en el autobús escolar, ahora hace viajes de negocios a Dubai para hacer transacciones con esas cartas, sin duda un giro en su vida que jamás se hubiese imaginado.