Estar conectado es cada vez más importante en nuestro día a día. Si tienes problemas al navegar, pierdes conexión o los vídeos se cortan, es probable que no estés sacando todo el partido a tu conexión WiFi. Si sólo te puedes conectar estando en la misma sala que el router, los siguientes consejos te van a ayudar a sacar provecho de tu red inalámbrica
El factor decisivo que puede mermar la calidad de nuestras redes inalámbricas es la distancia. Tendrás dificultades de conexión si tu red tiene que cubrir un área superior a la potencia de tu router. A esto debes sumar que la señal se degrada cuantos más muros tenga que atravesar.
Las interferencias causadas por otros dispositivos es otra de las motivos principales de mala recepción, especialmente si vives en zonas con mucha población. Las señales emitidas por otras redes WiFi o electrodomésticos pueden tener tanto impacto como un muro de hormigón.
También es posible que tu conexión vaya lenta porque tienes a usuarios indeseados conectados a tu red. Para saber si alguien nos está robando WiFi te recomendamos que leas nuestra guía de detección de intrusos.
Hay muchas otras razones por las que tu conexión puede ir mal. Afortunadamente, tenemos algunos consejos para ayudarte con tus problemas de conexión.
Actualiza el firmware del router

Quizá tu router sólo necesite una actualización. Los fabricantes de hardware publican continuamente actualizaciones que mejoran el rendimiento y velocidad de sus equipos. Cómo de fácil o difícil sea el proceso de actualización depende por completo del fabricante de tu router.
Casi todos los routers tienen un panel de control accesible mediante el navegador en la dirección http://192.168.1.1 donde puede gestionar su configuración. Algunos modelos tienen el proceso de actualización totalmente automatizado y otros, los más viejos, requieren que hagas una descarga previa del firmware desde la página del fabricante.
Coloca tu router en el lugar óptimo

El lugar donde emplazas el router influye considerablemente en el rendimiento de tu red. Parece lógico mantener el router cerca de la conexión telefónica o de fibra óptica; o tenerlo fuera de vista dentro de un mueble. En el caso de que todas tus conexiones sea físicas mediante cable no pasa nada. Pero puede suponer un problema cuando hablamos de WiFi.
Un router WiFi necesita espacios abiertos, lejos de paredes y cualquier otro obstáculo. No sólo los obstáculos físicos pueden afectar al rendimiento, cualquier aparato que emita ondas electromagnéticas tienen un impacto negativo en tu red.
Orienta las antenas externas, si las tiene, de forma vertical para mejorar la cobertura. Además, deberías situar tu router en un lugar elevado. Puedes ponerlo en lo alto de una estantería o mueble para mejorar la señal. Hay varias apps y aplicaciones para ayudarte en esta tarea. Para Android te recomendamos la app Wifi Analyzer.
¿Cuál es tu frecuencia?
Echa un ojo al panel de administración de tu router. Si tienes un router con dos bandas, seguramente obtengas mejores resultados si pasas a usar la banda de 5GHz en lugar de la más común 2.4GHz.
La banda de 5GHz es menos usada por lo que encontrarás menos interferencias. Por el contrario, la banda 5GHz tiene más dificultades para atravesar paredes, así que si tu domicilio tiene muchos obstáculos podrías tener problemas. Te recomendamos que hagas una prueba, cambia de banda y usa Wifi Analyzer para comprobar si hay mejoras.
Cambia tu router de canal

El estándar WiFi dispone de varios canales para emitir la señal con el objetivo de evitar interferencias. Todos los routers ofrecen la opción de cambiar el canal de comunicación. Por defecto, los routers emiten en el canal 6 u 11, por lo que si tú y el resto de tus vecinos no habéis configurado vuestros aparatos se pude dar el caso de que existan varias redes emitiendo en el mismo canal.
Usa WiFi Analyzer o cualquier otra app de auditoría de redes para comprobar qué canales están usando tus vecinos. Una vez hecho el escaneado de redes selecciona el canal menos usado. Cuantas menos redes haya emitiendo en un canal mejor será tu conexión WiFi.
Controla la calidad
Casi todos los routers vienen con QoS (Qualyty of Service) integrado. Este funcionalidad sirve para dar más ancho de banda y prioridad a las aplicaciones más importantes. Lo último que quieres es que una videollamada o partida online se entrecorte porque alguien se está descargando un archivo enorme de Dropbox.
Para acceder al QoS ve al panel de control de tu router. Ahí podrás asignar un límite de ancho de banda a una app en particular o limitar la velocidad por dispositivo. Algunos routers vienen con configuraciones por defecto para juegos en línea o servicios multimedia.
Evita routers obsoletos

Si tu router tiene muchos años no esperes que el rendimiento de tu red sea el mejor. Tendemos a aplicar el mantra de ‘Si funciona para qué lo vamos a arreglar’, pero en el mundo de la tecnología, especialmente en redes, esta frase puede traernos problemas.
Si tienes un router antiguo seguramente emita con el estándar 802.11g o incluso inferior. Estos estándares permiten un ancho de banda que en el mejor de los casos es de 54Mbps. Compara esa velocidad con los 300Mbps que ofrece el estándar N o el 1Gbps del último protocolo AC.
Cambia las antenas de tu router

Casi todos los fabricantes venden antenas omnidireccionales (envían la señal en todas direcciones) o direccionales. La potencia de las antenas omnidireccionales es menor ya que la señal tiene que cubrir más espacio. Si notas que tienes un punto con menos cobertura WiFi, sustituye la antena omnidireccional por otra direccional y apunta a ese lugar. Cuando vayas a realizar la compra asegúrate que la antena sea de alta ganancia (high gain) ya que son las que mejores rendimiento ofrecen.
Extiende tu red

Quizá nuestra red WiFi va mal porque nuestro domicilio es demasiado grande. En dicho caso existe varias opciones para hacer que nuestra red llegue más lejos.
La opción mas asequible y sencilla para la mayoría es el uso de un extensor de red. Los extensores de red son aparatos que se conectan a la red Wifi y amplifican la conexión. Basta con colocarlos en un punto alejado pero con algo de cobertura para que funcionen. Pero la facilidad de uso tiene su lado negativo. Usando extensores de rango podemos llegar a perder casi todo nuestro ancho de banda dependiendo de la situación de éste. Si somos algo manitas podemos configurar un router que no usemos para que actúe como repetidor.
Otra opción a tener en cuenta es el uso de un PLC. PLC es una tecnología que permite crear un cable de red virtual mediante la red eléctrica. Su configuración es tan simple como conectar un PLC al router y otro en el punto al que queremos llevar la conexión de internet. Existen PLCs que además de tener entradas para cable ethernet emiten WiFi. Con esta solución conseguimos una conexión de calidad sin apenas pérdidas de ancho de banda.
Instala un firmware personalizado
Si te consideras un manitas de la informática puedes probar con firmwares de terceros como DD-WRT, Open WRT o Tomato. Estos firmwares ofrecen multitud de nuevas funcionalidades como aumentar la potencia de emisión, crear VPN, mejorar la seguridad, etc.
Fabricantes como Netgear, TP-link o Lynksys tienen routers diseñados específicamente para el uso de estos firmwares.